sábado, 3 de abril de 2010

Crisis de ansiedad cinofóbica

El otro día tuve que padecer una de las situaciones más incómodas para mí.
Tuve que soportar la presencia amenazadora de un enorme perro saltando y corriend
o descontroladamente a mi alrededor y, para más INRI, ladrando con voz atronadora.
A duras penas contuve mi irritación y mis deseos de huir de allí y mantuve el tipo como pude. Aunque mi mente buscaba una salida no la había más que tratar de tranquilizarse y esperar el cese del estímulo aversivo...
Quien no padezca fobias o haya experimentado nunca este tipo de estrés no sabe a lo que me refiero. Y lo malo es que el sufrimiento se reproduce cada vez que la memoria retorna el suceso al momento presente.

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